viernes, 9 de mayo de 2014

hotel alaska

No sé dónde ponerme.

La habitación es muy pequeña.

Es  tan pequeña
y estrecha
como
un poema
de esos
minimalistas
con
una
palabra
debajo
de
la
otra.

Hay una bombilla en el techo
y un ventanuco que da a la escalera.

Se hace de noche sin darnos cuenta.

Siempre nos besamos un buen rato antes de hacerlo.
Siempre nos apetece hacerlo.

Huele a humedad.
El sitio es muy cutre y barato.

Nosotros no lo mejoramos gran cosa.

No hay comentarios: